En las magnitudes de las montañas y en las profundidades de los lagos
se hielan mis ansias de verte. Se recopilan mis ganas en los sentidos de tus suspiros,
se embellece mi vivir en los recuerdos sujetados de tu alrededor.
Tienes tanto sentido, que dejas dispersado dentro de todo mí ser un soplido de alientos y silencios repletos de historias.
Se distingue tu realidad como bocetos de fantasías proyectadas manifestándose más allá de los límites de tu mente, dedicándote a volar.
En tu sensible manera de mirar, se revelan las reales fascinaciones de estar vivo.
Eres una manera de sentir y una búsqueda propia... a tu lado pertenezco papá.
Admirado se encuentra mi interior gracias a las luces de tu alma y a los pasos pisados dejando huellas de sabiduría y claridades de pensamientos. Me presentaste al mundo facilitándome la vida, mostrándome un medio de sencillez y naturalidad cubierto de amor, donde las buenas acciones serán las recompensadas, creaste de mi vida la seguridad de estar colmada de buenas intenciones y sentirme significativa dentro de él. Imaginando la inexistencia del medio vivir y la abundancia de la felicidad, sintiéndote fundamental para mí.
Feliz cumpleaños Papá de mi alma, te quiero tanto.

Tú hija.