
Viaje al sur septiembre 2010
Rodearme de ti, un camino que se me facilita soltándome a la debilidad y percepción de todo lo que sos.
Tienes tanto de eso, que tanto me gusta. Eres lo que en abstracto se me hace imposible describir, estimulas mis poesías de alientos y suspiros como la permanecía de mis pies sobre la roca que se comunica con el vértigo de mi horizonte. Hueles a ese aroma de flores silvestres que se desorientan por el viento, que permanecen vacilándose sobre los campos abiertos perfumando la lejanía de las rutas. Te enredas en mis cabellos soltados al viento, te sujetan sobre el aire donde siempre te encuentran volando.
Mi intención es crearte el mejor medio, para que lo desorientes con tu naturaleza, acostumbrándonos de manera suave como las plumas de las aves, suavemente sobre los cuerpos. Quisiera soltarme a tus brazos como si fueran precipicios profundos donde la base sea cubierta de acolchonados residuos de flores húmedas, por las cataratas de aguas claras, desvelando el cielo cubierto y sintiéndote real. Convirtiéndote de un paisaje de mi mente, a una de mis débiles formas de sentir. Hacer real mi percepción para ser capaz de titubearte mi ternura sobre los huecos de tu alma y besarte con mis labios de lluvia para que curen tus heridas.
Milena.
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