
Nuestros oscuros cuerpos se esclarecen perdiéndose en un universo inexistente que sujetamos con los puños cerrados presionándolos para que no se escapen los deseos ni las verdades reconocidas. Tus besos saben a despedidas y tus lamentos se precipitan a un final. Tus dedos entrelazados a los míos forman lazos firmes en nuestros ojos fijos observando el cielo que se abre en nuestra compañía, la espera, ella me va devolviéndome en una pesadilla.
Iniciamos un camino de ida que se ira seccionando en partes irreconocible, nos extrañaremos y lamentaremos nuestros cuerpos alejados y al invocar nuestros sudores.
Vamos a recapitular una extrañeza que nos invadirá a la noche, cuando los planetas del cielo se alineen reclamando nuestra eternidad. Oye, que fuerte se escucha este tambor, sacuden mis paredes del cuerpo sonrojan mis lamentos e inquietan mi alucinación de estar bailando esta alegría entre tus brazos, escondidas y retrahidas están mis pequeños gozos de haberte tenido, de sujetarte y recorrerte los extremos dejando una pieza de alguien en un alma llena de sueños (cumplìlos).De esto,entendemos del lamento y de la soluciòn, comprendemos del destiempo, incorporamos de la mala suerte, tenemos una inventiva avanzada internamente que nos abre pensamientos equívocos para el sentimientos pero acertados para la razón. Equilibremos nuestro sentimiento y la presunción de la infinita tristeza de la cruel soledad, pronta, muy pronta, se dormirà.
Creème.
Mile.
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